Para querer a los demás,  hay que empezar por quererse uno mismo.

Hay que saber hablar,  pero también saber escuchar  para evitar problemas.

El tiempo pone a cada uno en su lugar.

Tú puedes, no lo olvides, solo tienes que creer en ti.

Nunca pidas algo que no sabes dar.

El juego se acerca a lo absurdo, cuando se juega con trampas. 

Camina a tu paso y llegarás más lejos.

Cada persona habla desde su propia perspectiva.